No todo lo que está pasando a raíz de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 tiene que ser malo. Seguramente, tiene una razón de ser que de alguna manera la pandemia nos está obligando a tomar una serie de precauciones y a ser más selectivos a la hora de realizar una acción u otra.
¿Por qué os cuento todo esto? pues porqué parece ser que está resurgiendo un nuevo concepto que es la “low touch economy” que no es otra cosa que lo que indica su nombre “economía de bajo contacto”. Esto significa que los cambios de comportamiento que estamos adoptando los ciudadanos tendrán un impacto directo en la forma en que todos hacemos negocios.
Evitar el contacto cercano con otros será “la nueva normalidad”, porque parecería ser que el virus no deja inmunidad y que, aunque apareciera hoy mismo la vacuna, el proceso de testeo, confirmación de efectividad, producción, distribución y finalmente vacunación (a nivel global) podría tardar unos 5 años.
Mientras tanto y por los próximos dos años, las personas seguiremos alertas para no contagiarnos y para eso, evitaremos todo contacto posible con otras personas, lo que afectará al modo en que trabajamos y vivimos.
En el sector real estate este comportamiento está potenciando el uso de la proptech en la intermediación inmobiliaria y la reducción de visitas innecesarias a los inmuebles, lo cual es positivo porque reduce tiempo y costes a las inmobiliarias.
Aprovechemos estos nuevos hábitos y hagamos todo de manera más consciente y eficiente.